Hoy por hoy contamos con la gran suerte de estar viviendo
una era en la que los personajes que nacieron en una pequeña viñeta dentro de
un comic hace muchos años están llegando al séptimo arte, estamos en el medio
de un boom de cine súper heroico que como todo en este mundo tiene sus amantes
y sus detractores.
Como mencione en el párrafo anterior, estamos en el medio de
ese boom, que aparte de tenernos felices y mantenernos en un estado de ansiedad
constante esperando la siguiente película de algún enmascarado que saldrá, también
nos ha convertido en críticos, por lo que en muchas ocasiones cuando nos
sentamos en la sala de cine, o en la de nuestra casa en su defecto, con las
crispetas y la gaseosa, o cualquier otro aperitivo con el que decidamos
acompañar la función, no solo estamos viendo la película, sino que mentalmente
empezamos a tomar nota de diferentes aspectos y a hacer paralelismos entre lo
que ocurre en la película y cómo sucedieron esos mismos hechos en el comic,
cuando se da el caso.
Y somos críticos demasiado duros, hasta diría yo que críticos
ingratos, porque en ocasiones nos aferramos al más mínimo detalle, al más mínimo
“error” que se haya cometido para poner en el paredón al director, guionistas y
actores de turno.
La razón por la que muchos nos sentimos emocionados respecto
a estas películas es porque probablemente crecimos siendo fans de los súper héroes,
está la generación que creció con las
series de Batman, Los X-Men y Spider Man de los años noventa, están los de mi generación,
que crecimos con la serie de la liga de la justica, Batman beyond, spider man
de nuevo (Peter Parker ha sabido colarse en cada generación, curioso) y es por
esta razón, por haber crecido con este tipo de material televisivo que hoy nos
emocionamos tanto cuando se anuncia una nueva película, tipo Superman vs Batman
o la ya tan anhelada Infinity War de Marvel.
A lo anterior sumemos que muchos motivados por lo
anteriormente mencionado, valga la redundancia, se interesaron por buscar la
fuente primaria de todas esas historias y personajes, es decir, el comic, y al
llegar hasta ahí no se detuvieron y ahondaron tanto como pudieron en el mundo
de comic hasta hacerse unos eruditos en la materia.
Es por esto que después del estreno de la primera cinta de
los vengadores, ya tres años atrás, en 2012, muchos (incluido yo) nos molestábamos
por la ausencia de miembros fundadores como Ant Man y Wasp o hubo algunos otros
(yo de nuevo) que nos quejamos por la ausencia del mítico “Avengers Assemble”. Y
si en aquel momento hubo quejas, imagínense cuando se supo que Ultron, el temidísimo
ultron, sería el villano de la segunda cinta del equipo de héroes de Marvel, y
entonces, surgió la discusión. “¿Cómo iba a aparecer ultron, si su creador Hank
Pym, aún no había sido introducido al MCU (Marvel Cinematic Universe)?”
pregunta que fue bien respondida en la cinta que recibimos en los cines a
principios de mayo del presente año.
Y lo arriba citado fueron solo un par de ejemplos que a
priori vinieron a mi mente, ni hablar de lo que pasó con Iron Man 3 o de
algunas de la cintas de DC *cof cof Man of Steel cof cof* como dije
anteriormente, nos volvimos críticos fuertes de algo que amamos.
El cine de súper héroes, como dije al principio, así como ha
despertado gran amor en parte del público, también ha ganado un gran número de
detractores, que fuera de hacer alguna crítica constructiva han llegado hasta a
culpar al cine supe heroico de causar el mal momento que vive la industria cinematográfica
hoy.
Dicho lo anterior, y para ir concluyendo este post, lo único
que puedo decir como un fanático más del cine de súper héroes, es, muchachos, calmémonos
un poco, no quiero decir en lo absoluto que por el hecho de amar o ser fanáticos
de algo no podamos hacerle críticas, porque, como fanáticos somos nosotros los
primeros llamados a hacerlo, pero, también dediquémonos a disfrutar un poco, no
pidamos que las películas o los universos cinematográficos en los que se
desarrollan sean una copia exacta y fiel del comic, creo que allí precisamente
es donde reside la magia de todas estas películas, en que a pesar de estar
basadas en los comics, nos ofrecen un universo nuevo, para que nosotros
exploremos.
Ahora, le dedicaré el párrafo conclusivo a una pequeña discusión
que ha surgido en torno a este tipo de películas al interior de la comunidad
friki, y es la de si es más fan el que primero se leyó el comic o el que se vio
la película, para no extenderme mucho, voy a decir que puede ser injusto poner
a uno por encima del otro, claro, el que es frecuente lector de comics podrá
llegar con un poco más de contexto a disfrutar por ejemplo la ya cercana “Ant
Man” pero a la hora de la verdad, por cómo están hechas algunas películas,
permite que tanto el lector como el no lector de comics puedan disfrutar de la
película en igual medida.
PD: pero para aquellos que no lo hayan hecho, si puedo muy amablemente recomendarles que hagan
el ejercicio de leer un comic, cualquiera, de su personaje favorito, puedo
asegurar que no se van a arrepentir.
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